martes, 25 de noviembre de 2014

El complemento de los principados de la vida como entes academicos... a + b = c

Estos días, envuelta entre libros y no precisamente los de mi preferencia, es decir, nada de literatura, nada de historias de amor con caballeros de armadura, ni tímidos personajes que son en el fondo el ideal de cualquier mujer... Nooo estoy entre libros de estadística, álgebra y principados de administración... Pero entre todo esto me vino a la cabeza una idea... El crecimiento como personas en base a las experiencias, visto desde lo académico... Y tu dirás que a no ser algo filosofal ¿que tendría que ver una cosa como las experiencias de la vida con algo académico?

Pues resulta que la vida no nos vota al momento en el que estamos sin antes habernos dado algunos indicios...

Así, cuando empezamos álgebra nos dicen que a + b = c, algo de tu vida tiene que haberte dicho que esto era inicialmente simple... "Ja! Esto es fácil"
Consideras aprendido esto y sin un atisbo de lo que podría ser algo más elaborado, te dicen que c puede ser cualquier número real... Hasta donde todo marcha de maravilla...

Luego te dicen que aunque tenías la lección aprendida (aparentemente)... Resulta que b es mayor que a y que + es -... Mierda las cosas pueden complicarse... Resulta que c también puede ser irracional!!!! Pero como carajos!!!

Si!!! Efectivamente todo puede ser peor... Sin embargo optas por tener la disposición de tener la lección aprendida, así que te esfuerzas y haces lo mejor por sopesar esto... 

A este punto cuando quizás empiezas a ver salir el sol, te dicen que debes tener en cuenta que puedes simplificar esa expresión, que existen productos notables, limites y demás... Sin contar que tenemos que derivar e integrar, que es muy a lo "reina" lo mismo pero en sentido contrario... y ya... luego vendrán matemáticas especiales y seguramente morirás en el intento... y así pasaran los años, pasara la vida frente a tus ojos tratando de comprender todo lo que sucede, cuando muy bien te habrías podido dedicar a leer, a un buen libro, un excelente vino y una compañía eventual.