martes, 23 de junio de 2015

Y existen poemas que te tragas palabra a palabra… Poemas que te llegan al alma, en el momento indicado, como si el escritor lo hubiese elaborado desmedidamente para ti, en ese momento…  Como si la prosa que se hizo verso tuviera tu nombre tatuado en las entrañas… Y es así como “despacito sin que el aire nocturno lo advirtiera, ahí no más lo dejaste, a solas con su suerte… que no es mucha”… Y odias haber escuchado esas letras, y odias como se ajusta a tu piel, como se vuelve parte de ti… Como se vuelven tus palabras, para expresar lo que sientes… Lo que te roba el peso del día, de la situación…

La culpa es de uno

Quizá fue una hecatombe de esperanzas
un derrumbe de algún modo previsto
ah pero mi tristeza solo tuvo un sentido
 todas mis intuiciones se asomaron
para verme sufrir
y por cierto me vieron

Hasta aquí había hecho y rehecho
mis trayectos contigo
hasta aquí había apostado
a inventar la verdad
pero vos encontraste la manera
una manera tierna
y a la vez implacable
de desahuciar mi amor

Con un solo pronostico lo quitaste
de los suburbios de tu vida posible
lo envolviste en nostalgias
lo cargaste por cuadras y cuadras
y despacito
sin que el aire nocturno lo advirtiera
ahí no más lo dejaste
a solas con su suerte
que no es mucha

Creo que tenés razón
la culpa es de uno cuando no enamora
y no de los pretextos
ni del tiempo

Hace mucho muchísimo
que yo no me enfrentaba
como anoche al espejo
y fue implacable como vos
mas no fue tierno

Ahora estoy solo
francamente
solo

Siempre cuesta un poquito
empezar a sentirse desgraciado

Antes de regresar
a mis lóbregos cuarteles de invierno

Con los ojos bien secos
por si acaso

Miro como te vas adentrando en la niebla
y empiezo a recordarte.

Mario Benedetti

martes, 2 de junio de 2015

"¿O es que no hemos sabido amar?"

Estaba leyendo un libro que se titula "Manual para desenamorarse" y puede que no se trate de la situación o de la necesidad actual... Digamos que fue más por curiosidad y entre líneas y explicaciones psicológicas y científicas sobre el enamoramiento, sus etapas, sus clasificaciones, su tipificación... Me dio risa como estamos condenados a repetir la misma historia... Una y otra vez tropezando con la misma piedra (piedra en cada ocasión de nombre diferente)... ​Por que tenemos un "modus operandi" que se va perfeccionando con el tiempo, pero sigue siendo el mismo en esencia​... 

Básicamente el libro resume en un paso a paso muy "sencillo" cual sería la manera adecuada de desenamorarse, pero primero dando un golpe en la cara de como se compara el amor con una enfermedad mental o con una adicción a alguna droga o al alcohol... Y efectivamente... Esto no esta lejos de la realidad...

Tanto así que me fui al final del libro y cierra con la frase"¿O es que no hemos sabido amar?" y es curioso como desde ese punto uno puede revaluar sus relaciones... ¿Realmente he amado a alguien?

Y es que... ¿Que es al amor?... Aaaa si, una condición del ser humano dónde prevalece la necesidad de estar y sentirse acompañado por el ser amado, además de ser algo generado por hipotálamo... Bla bla bla...

Pero de verdad... ¿Que es el amor? No se puede definir como una necesidad o como un estado del ser, del alma... No es un estado mental... Pero... ¿Que es esa mierda?... O será que en vano hemos llorado con la absurda excusa de ser lastimados en nombre del amor... Por que a todas estas el amor puede ser sólo el enemigo que se disfraza de "cosas bonitas" para hacerte perder la capacidad de racionalizar...

viernes, 24 de abril de 2015

Señor...

Y esto se escribió hace tiempo... Pero no considero propio dejar de compartir un sentimiento de esta manera, así que aquí se queda...

"Sepa usted que lo amo con mi vida entera, que no concibo mis días si no son a su lado, no imagino el despertar sin usted... Lo amo más que el escritor a sus letras, más que el artista a su obra... Lo amo para querer vivir mis días a su lado y morir entre sus brazos...

Lo amo más que a mis sueños, porque es usted ahora el más grande de ellos... Lo amo como en una novela, como esos relatos que permiten vivir un éxtasis en cada instante, lo amo como el final de mis historias, por que será la más grande que contar…

Lo amo como al aire y la sensación de tranquilidad que alberga mi corazón cuando siento su abrigo… Lo amo sin palabras, por que no tengo como expresar lo que invade mi alma cuando pienso en usted… Lo amo como el caballero de mis cuentos de hadas… Lo amo sin fin como los decimales de PI

Y básicamente lo amo… sin muchos adornos… Solo lo amo… Y le pido algo… No se acostumbre a mí… Y aquí alguien ya explico muy bien porque no debe uno acostumbrarse… La costumbre hace caer las cosas en la monotonía, así que una despedida de buenas noches o el detalle más grande, pero pequeño en sí, pasara a ser algo sin sentido… Y lo que alguien escribió por mí, dice así: “no se acostumbre a mí, ni a mi risa, ni a mi hiperactividad, ni a mi olor, ni a mis risas atemporales, ni a mis besos. No se acostumbre a que me cuente sus cosas, ni a que lo escuche con atención. No se acostumbre a como lo miro o lo dejo de mirar, no se acostumbre a mi rabia ni a mis celos irracionales, ni a reírse de las cosas que le digo… No se acostumbre porque simplemente algún día me cansare y me iré y echara de menos esas cosas a las que ahora está acostumbrado y no valora…”

Por eso tampoco me acostumbro a usted… No me acostumbro a su humanidad, a su buen actuar, a sus besos, a sus risas incontrolables, a sus celos irracionales, a los detalles de flores y desayunos… No me acostumbro a dormir con usted, porque valoro cada instante… No me acostumbro porque quiero cada noche tenerlo a usted… A usted al hombre sensible, hermoso y buen humorado que me robo el corazón…

Con amor…"