viernes, 24 de abril de 2015

Señor...

Y esto se escribió hace tiempo... Pero no considero propio dejar de compartir un sentimiento de esta manera, así que aquí se queda...

"Sepa usted que lo amo con mi vida entera, que no concibo mis días si no son a su lado, no imagino el despertar sin usted... Lo amo más que el escritor a sus letras, más que el artista a su obra... Lo amo para querer vivir mis días a su lado y morir entre sus brazos...

Lo amo más que a mis sueños, porque es usted ahora el más grande de ellos... Lo amo como en una novela, como esos relatos que permiten vivir un éxtasis en cada instante, lo amo como el final de mis historias, por que será la más grande que contar…

Lo amo como al aire y la sensación de tranquilidad que alberga mi corazón cuando siento su abrigo… Lo amo sin palabras, por que no tengo como expresar lo que invade mi alma cuando pienso en usted… Lo amo como el caballero de mis cuentos de hadas… Lo amo sin fin como los decimales de PI

Y básicamente lo amo… sin muchos adornos… Solo lo amo… Y le pido algo… No se acostumbre a mí… Y aquí alguien ya explico muy bien porque no debe uno acostumbrarse… La costumbre hace caer las cosas en la monotonía, así que una despedida de buenas noches o el detalle más grande, pero pequeño en sí, pasara a ser algo sin sentido… Y lo que alguien escribió por mí, dice así: “no se acostumbre a mí, ni a mi risa, ni a mi hiperactividad, ni a mi olor, ni a mis risas atemporales, ni a mis besos. No se acostumbre a que me cuente sus cosas, ni a que lo escuche con atención. No se acostumbre a como lo miro o lo dejo de mirar, no se acostumbre a mi rabia ni a mis celos irracionales, ni a reírse de las cosas que le digo… No se acostumbre porque simplemente algún día me cansare y me iré y echara de menos esas cosas a las que ahora está acostumbrado y no valora…”

Por eso tampoco me acostumbro a usted… No me acostumbro a su humanidad, a su buen actuar, a sus besos, a sus risas incontrolables, a sus celos irracionales, a los detalles de flores y desayunos… No me acostumbro a dormir con usted, porque valoro cada instante… No me acostumbro porque quiero cada noche tenerlo a usted… A usted al hombre sensible, hermoso y buen humorado que me robo el corazón…

Con amor…"