Y existen poemas que te tragas palabra a palabra… Poemas que
te llegan al alma, en el momento indicado, como si el escritor lo hubiese
elaborado desmedidamente para ti, en ese momento… Como si la prosa que se hizo verso tuviera tu
nombre tatuado en las entrañas… Y es así como “despacito sin que el aire
nocturno lo advirtiera, ahí no más lo dejaste, a solas con su suerte… que no es
mucha”… Y odias haber escuchado esas letras, y odias como se ajusta a tu piel,
como se vuelve parte de ti… Como se vuelven tus palabras, para expresar lo que
sientes… Lo que te roba el peso del día, de la situación…
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